Conozca Bosnia-Herzegovina

Bosnia-Herzegovina es una mezcla casi perfecta de toda esta diversidad cultural que podemos encontrar en la ex-Yugoslavia. Los datos del último censo, realizado en 2013, muestran que el 50% de su población es bosniaca (población de religión musulmana), el 31% es serbia (religión católica ortodoxa), el 15,5% es croata (religión católica romana) y cerca del 4% se identifican con otra nacionalidad y/o religión.

Con estos datos podemos darnos cuenta de que Bosnia es un país en el que hay muchas diferencias que lo convierten, tal vez, en el país más desafiante de toda la zona. Estas religiones están enraizadas en sus habitantes de forma marcada, influyendo mucho en la arquitectura de las ciudades y aldeas. ¡En Sarajevo, la capital, hay iglesias católicas, romanas y ortodoxas, mezquitas y hasta sinagogas! ¿Y qué podemos decir del barrio antiguo y del puente de Mostar, Patrimonio de la Humanidad, construido durante la presencia otomana (turca) en la región? ¿O del puente de Visegrad, también Patrimonio de la Humanidad, y también de origen otomano? La larga presencia de este pueblo dejó marcas indelebles no solo en la arquitectura sino en los hábitos y costumbres de los bosnios, sobre todo de los que hoy confiesan el islam. ¡Entender Bosnia es entender la región, es entender el choque de culturas que hubo en este lugar a lo largo de muchos siglos!

En 1914 la 1ª Guerra Mundial tuvo su preámbulo aquí, en Sarajevo, cuando nacionalistas serbios asesinaron al archiduque Francisco Fernando de Austria.

Este país está situado en plena Cordillera de los Alpes Dináricos por lo que su morfología es bastante accidentada. Por esta razón es un escenario óptimo para deportes extremos y al aire libre.